Los interiores de este piso son un ejercicio de equilibrio entre calidez y sofisticación. El salón, con un mobiliario en tonos beige y una mesa central de mármol negro, invita a la convivencia en un entorno elegante pero acogedor. Cada habitación ha sido diseñada para transmitir serenidad y estilo: el dormitorio principal, en tonos azul profundo, refleja calma y carácter, mientras que el segundo dormitorio, con un cabecero verde oliva y un mural botánico, aporta frescura y un toque artístico.

La cocina, moderna y funcional, se convierte en un espacio social gracias a su integración con el comedor, donde los acabados en mármol y madera oscura conviven con detalles minimalistas. Los baños, revestidos con mármoles de diferentes texturas, destacan por su diseño contemporáneo y por elementos distintivos como griferías negras y espejos retroiluminados, que transforman lo cotidiano en extraordinario.